5 razones para no olvidar 'Mariana, Mariana'
Vamos a guardar el recuerdo intacto de este instante: el instante en el que la historia de un niño que no logra resistirse al primer amor por una mujer adulta nos atrapó. Nos hizo presas de su trama y poder narrativo. «Todo lo que existe ahora mismo nunca volverá a ser igual» escribe José Emilio Pacheco en la que probablemente es su obra más representativa: Las batallas en el desierto. Y con un poco de razón, la vida hoy no es la misma que en la década de los 40 o los 80. Los coches, las escuelas, las calles y las personas somos distintas. Sin embargo hay algo que nos ha alcanzado hasta nuestros días, es el poder de una buena historia como Mariana, Mariana (México, 1986).
Este argumento, inspirado en la obra de José Emilio Pacheco, es poderoso en sus dos formatos: el de la literatura y el cine. No luchan entre ellos, por el contrario, ambos enriquecen al lector o espectador mediante sus respectivos lenguajes donde el gran ganador es el público.
Mariana Mariana es un ejemplo de lo que ocurre cuando las genialidades se cruzan: José Emilio Pacheco detrás del argumento original, José Estrada —inicialmente y luego Alberto Isaac— en la dirección, Vicente Leñero en la adaptación cinematográfica, Carlos Warman en la música, y las espléndidas actuaciones de Elizabeth Aguilar, Pedro Armendáriz y Luis Mario Quiroz.
Estamos frente a una película que se impregna en la memoria de los espectadores, así como la novela de Pacheco en sus lectores, tanto o más que el recuerdo de Mariana en la mente de Carlitos.
1. La primera vez que los lectores se acercaron al inocente amor de Carlitos por Mariana fue en 1980, cuando aparecieron por primera vez Las batallas en el desierto en el suplemento Sábado del periódico Unomásuno. Un año después la editorial Era publicó la primera edición.
Era difícil definir este texto. Para algunos se trataba de un cuento largo, para otros una novela corta. No fue menor esta disyuntiva, pues abrió toda una discusión en torno a los géneros literarios. Lo cierto es que la historia sedujo al mundo cinematográfico y fue en 1985 que se encomendó al periodista y escritor Vicente Leñero una adaptación de esta obra para llevarla a la pantalla grande. Así dos de los más destacados hombres de letras en nuestro país se unieron en un punto.
Con un par de pertinentes cambios y adaptaciones, Leñero conservó la esencia del texto original de Pacheco para entregar un mapa emocional donde el amor de un niño de 10 años por la enigmática madre de su compañero de escuela es el centro dramático mediante el cual se exhibe el comportamiento de la sociedad mexicana de la década de los 40, con la Ciudad de México como telón de fondo.
2. El proyecto original tenía al frente al destacado director José “El Perro” Estrada, quien supervisó la adaptación literaria, realizó el trabajo de mesa y la selección del elenco, entre otros detalles de producción. Sin embargo, la muerte del cineasta días antes de empezar el rodaje detuvo el rumbo de la película.
Un par de semanas después el director Alberto Isaac tomó las riendas del proyecto y —con base en el trazo de Estrada conservando en su mayoría al elenco, locaciones y otros elementos de producción— se concretó la filmación hasta su estreno en 1987.
3. Han pasado ya 38 años desde la aparición impresa de Las batallas en el desierto y 31 del estreno de Mariana, Mariana; del libro se han realizado nuevas ediciones y la cinta también ha recibido un tratamiento para que su pertinaz llegada a nuestros días sea bajo las mejores condiciones. Así la Cineteca Nacional, por iniciativa del Instituto Mexicano de Cinematografía, ha realizado trabajos de estabilización de esta cinta.
4. Protagonizada por Elizabeth Aguilar y Luis Mario Quiroz, en los personajes de Mariana y Carlitos respectivamente, la película cuenta con actuaciones que dan ritmo y forma a la visión de Vicente Leñero sobre la obra de José Emilio Pacheco: un guión sólido es la columna vertebral del filme.
Pedro Armendáriz Jr., Saby Kamalich, Aarón Hernán, Fernando Palavicini y Gerardo Quiroz son algunos de los nombres que integran el elenco. En los créditos también figuran los jóvenes Bruno Bichir y Alejandro Ripstein.
5. Mariana, Mariana al igual que Las batallas en el desierto es un retrato histórico no solo de la Ciudad de México, sino de la sociedad mexicana, su comportamiento en familia y la doble moral arraigada. Así, nos aproximamos a la colonia Roma de los años 40, a sus calles y arquitectura ecléctica. También nos acercamos a una sociedad que está estableciéndose tras la Revolución, que camina y ve con buenos ojos el progreso con nuevos implementos tecnológicos en el hogar y una transformación en torno al concepto tradicional de la familia. Asimismo, la cinta hace un contraste entre la apacible ciudad de las primeras décadas del siglo pasado con los años posteriores al temblor de 1985: una ciudad gobernada por el caos.