Mi sangre enarbolada: La conmemoración del linaje y una promesa perpetua
“Antes que amaneciera nos encontramos juntos.
Como quien sale de un sopor nos vimos
y a oscuras nos buscamos las caras y los nombres.
Y dijimos: hermanos seremos de una misma
memoria, de unos mismos trabajos y esperanzas.
El principio fue así. La niebla, último aliento
de la noche, jugaba a enloquecernos.
Nos mostraba figuras de monstruos, nos hacía
tropezar siempre con la misma piedra
y partir y volver, después de mucho andar,
al sitio del que habíamos partido.”
Fragmento de Relato del augur I, RosarioCastellanos.
Muchas veces no alcanzamos a entender lo que significa la vida de algunas personas para nosotros, puede que ni siquiera comprendamos qué tan fundamental es su respiración para que la nuestra se mantenga. Una relación única,respetuosa en la vive un amor genuino y recíproco, casi como mariposas que beben lágrimas de tortugas.
La identidad de una persona se compone de tierras de muchos lugares, de tiempo y experiencias que le hacen crecer como un árbol que se afianza al suelo. Sus raíces se vuelven tan profundas como sus ganas de vivir. Mi sangre enarbolada (México, 2016),documental dirigido por Luis David Palomino Benítez, explora desde una perspectiva personal los recuerdos de la vida y muerte alrededor de su madre. Conmemora con nostalgia aquellas memorias marcadas por la ausencia, que al revivirlas se saborean con melancolía, añoranza y quizá hasta frustración. Es que perder la vida es a veces mucho más devastador para quienes permanecen que para quienes descansan,pues solo hasta que llega el último aliento se dimensiona el tamaño y el peso de quién es ese ser para uno.
Todo comienza por el final, pues principia con la despedida de su abuela. El habitar el hogar por la familia se reconfigura y reconstruye de nueva cuenta dentro de la casa, acomodándose con las piezas que quedan. Pues una vez perdida la pieza del rompecabezas —que fue su madre—, enseguida de la pieza que significó su tío José, ya ningún espacio volvió a verse ni sentirse igual. Las tomas de los retratos en los mismos lugares dónde se tomó la fotografía del marco, convierte a esas personas en parte de la estructura de la casa. Es como si algo faltara y al mismo tiempo ellos siempre estuvieran ahí.

Luis David Palomino recorre su casa,la casa de su mamá y su abuela, así como recorre el pasado a través de su archivo familiar y de las voces que fueron testigos de la vida de su madre y de su tío. Ve hacia el pasado teniendo muy claro la importancia de las raíces de su presente, porque sabe que así perdurarán fuertes en el futuro.
El documental es claramente su forma de homenaje no sólo a la vida sino a la memoria de sus seres amados. Es una especie de carta de amor que rompe el tiempo y el espacio para poder verter su sentimiento, dimensionarlo para comunicarles lo mucho que les extraña, les respeta y admira. Las narraciones aquí tienen la cualidad de hacernos imaginar con una nitidez arrobadora todo lo que cuentan, nos involucran al punto de hacernos sentir que estuvimos ahí en la culminación de la promesa de un hombre de palabra.
Las voces se quiebran, la luz de las ventanas iluminan esos rostros que saben amar y recuerdan frecuentemente a quienes siempre serán parte de su vida. Esta es la forma en la que un hijo y un creador recuerda sus raíces, a su tío, a su abuela y a su madre.