Noches de Julio: las atmósferas del deseo
La ausencia de los otros no orilla a la soledad cuando detona el deseo de un futuro contacto. La fantasía de ese posible encuentro suple la presencia de la persona pero, ¿entonces es posible algún contacto?, ¿cómo vivir la autenticidad emotiva de un encuentro cuando lo único que las dos personas comparten es su profunda soledad? Estas preguntas configuran la constelación de evocaciones que es Noches de Julio (México, 2019), primer largometraje de Axel Muñoz Barba.

En esta película, Julio (Hoze Meléndez) es un joven que entra a casas de desconocidos cuando ellos están fuera. Su única motivación para realizar estos allanamientos es el deseo de establecer un lazo con otras personas. Su timidez hace que la evocación sea más sencilla que el contacto directo. Mientras su vida laboral se complica y la relación con sus padres continua siendo distante, Julio conoce a Mara (Florencia Ríos), con quien vive una serie de reuniones y desencuentros.

Las marcadas atmósferas visuales y sonoras son el medio donde los personajes vuelcan su expresividad, por lo cual el trabajo actoral fue muy importante en la filmación. Axel Muñoz Barba mencionó que los actores hicieron aportaciones fundamentales durante los ensayos, lo que permitió que los espacios donde se mueven se convirtieran en un mundo cinematográfico vivo.
Durante la mayor parte de su carrera, Axel Muñoz trabajó como sonidista en muchas producciones nacionales, lo que le permitió trabajar con grandes directores y mejorar sus conocimientos en esta materia. No es extraño entonces que el ámbito sonoro de Noches de Julio sea destacable. La música afina el tono emocional y narrativo de las escenas y la Ciudad de México (la película sucede en Santa María la Ribera) se cuela a los espacios interiores por medio del sonido.

Axel Muñoz mencionó también que el cine debería ser una herramienta para discutir problemas actuales que nos afectan. La incomunicación y la dificultad de establecer formas valiosas de contacto, ahora que la tecnología desempeña un papel tan importante en ello, constituyen una crisis a la que las nuevas generaciones tienen que enfrentarse y el director de Noches de Julio espera que su película sirva para abrir un diálogo al respecto.