Origen y destino: un acercamiento a la trayectoria de Ángeles Cruz
Si bien contar historias a través del cine pareciera en ocasiones que quizá no tiene un gran impacto en la sociedad, es un acto político muy relevante, provoca algo en lo profundo del público. Reaccionamos a las historias que vemos o que escuchamos, podemos ver o plasmar otros mundos en pantalla, nos asomamos a otras realidades que están sucediendo; contar historias es un acto revolucionario. Y como toda revolución, contar historias es resistir, enfrentarse a las vicisitudes de la vida y de una sociedad patriarcal y machista.
El cine es una de las herramientas más poderosas con la que podemos contar historias para así identificar, nombrar otras realidades y visibilizar problemáticas. Ángeles Cruz, lo ha hecho a lo largo de su trayectoria como actriz, guionista y directora.

Originaria de la Mixteca Oaxaqueña, Ángeles nos ha presentado diferentes realidades en los cortometrajes que ha dirigido: La tiricia o cómo curar la tristeza (México, 2012) con el que obtuvo el Ariel a mejor cortometraje en 2013, la Palmita en el Tour de Cine Francés, la Diosa de Plata, entre otros premios y menciones especiales; La carta (México, 2014) producción con la que obtuvo una nominación a mejor cortometraje mexicano en los Premios Ariel en 2015, Premio del Público en Colonia, Alemania y Los Ángeles, California y Arcángel (México, 2017) que formó parte de la selección oficial de la 16º edición del Festival Internacional de Cine de Morelia. El hilo conductor de estas historias es la presencia de las mujeres en situaciones complejas donde se ven desfavorecidas por el sistema en el que vivimos como violencia de género, discriminación por ser pertenecientes a la comunidad LGBT+, la pobreza y la necesidad de empatía social, respectivamente con sus películas. En FilminLatino la Retrospectiva Ángeles Cruz, surge con motivo de visibilizar y aplaudir su trayectoria de casi 30 años.
Por si fuera poco, Ángeles protagonizó Tamara y la Catarina (México, 2016) de Lucía Carreras, lo que le valió una nominación en los Premios Ariel del 2018. También actuó en películas como Traición (México, 2018) de Ignacio Ortiz, La ira o el Seol (México, 2018) de Juan Mora Catlett, y El violín (México, 2005) de Francisco Vargas, Espiral (México, 2009) de Jorge Pérez Solano, Lupano Leyva (México, 2010) de Felipe Gómez, Ramona (México, 2014) de Giovanna Zacarías, Tiempo de lluvia (México, Suiza, Holanda, 2018) de Itandehui Jansen, Rito terminal (México,1999) de Oscar Urrutia, entre otras producciones.
Próximamente estrenará su ópera prima en la 38 edición del Festival de Cine de Miami (Miami Film Festival) la cual se titula Nudo mixteco, en donde la temática también gira en torno a la comunidad LGBT+, cuenta la historia de tres mujeres que se entrelazan en la fiesta patronal de San Mateo, un poblado ficticio de la mixteca oaxaqueña, además de abortar la difícil problemática en torno a la migración y la lucha diaria por continuar a pesar de la desigualdad económica.

Es evidente que Ángeles Cruz nos plantea situaciones muy crudas pero necesarias de ver sobre la realidad que atraviesan muchas mujeres y que a veces son violentadas, estigmatizadas o criticadas, además del severo racismo existente en México por ser indígena. Las historias que plasma en la pantalla, nos hace cuestionarnos a dónde vamos, individualmente y colectivamente, qué buscamos en el transcurso de nuestra vida pero sin olvidar de dónde venimos, nuestros orígenes y que aunque a veces pueden ser situaciones muy difíciles a las que nos enfrentamos, hablar de ellas es bueno, tanto para quien cuenta la historia, como para quien la ve, pues puede sentirse identificada(o).